jueves, 25 de diciembre de 2008

Te tiendo tu tautograma

Sara, semidormida, sueña sin saber si sabe soñar. Serpenteándole sudor sobre sus sienes susurra siete sílabas sinuosas: ‘’solamente sígueme’’. Sólo si sigo sus señales surcaremos simas, sobrevolaremos soles, singlaremos sin senderos. Simplemente seguiré siguiéndola. Sara saborea segundos, siente sabores, siembra sentimientos. Sara sorprende siendo solamente Sara. Salta silenciosamente silenciando sus saltos. Siempre suspira sollozando sobre sollozos suspirados. Sara suscita sensaciones sobrehumanas, sensaciones sublimes. Su simpatía seduce; su sencillez, subyuga. Se sienta sobre sábanas satinadas, sumergiéndose serena. Su semblante se sofoca sutilmente si soy sincera sobre su soberbia sabiduría, sobre su suntuosidad. Sobran sustantivos, se solventa sencillamente:

- Sara, secuéstrame.

- Sí, solamente sígueme - sentenció Sara, sedándome, soñando sin saber si sabía soñar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Sencillamente sorprendente.

PurplePig dijo...

Me encanta =)

Ladrón de mandarinas dijo...

Sin saber soñar, sin siquiera saber saltar sin susto, sobresáltame sorprendiéndome, Sara, secuestrándome.

Mario Pina dijo...

¿Se puede uno enamorar de Sara? Me he enamorado del relato, de su ritmo onírico, sensual. Eres brillante, Alba.

Un abrazo muy fuerte, sigue soñando.

condonumbilical dijo...

serpiente