lunes, 12 de enero de 2009

Sobre nuestro carnaval

Era feo para la mayoría pero a mí me parecía el ser más bello sobre la faz de la tierra. Cuando dormía se escurría bajo la cama para que nadie pudiera ver como, mientras soñaba con los ojos cerrados, sus labios se entreabrían y humedecían las sábanas. Si cantaba lo hacía en silencio y sus oídos eran los únicos capaces de apreciar aquellas notas sordas que yo tanto anhelaba escuchar. A veces, en un arrebato de euforia pegaba un brinco en mitad de la acera, pero solamente lo hacía cuando nadie lo observaba. Llevaba una máscara que ninguno podía ver con los ojos y sin embargo, era lo único que conocían de él, es decir, nada. La nada es indiferencia y eso era lo que causaba allá donde iba. Pero nada y nada ya hacen algo. Ésa es la razón por la que decidí acercarme a él.

- ¿Por qué llevas esa ridícula máscara? – le interrogué

- Porque tengo miedo

- ¿Y a qué tienes miedo?

- A no llevarla – sentenció

Yo quería arrancársela de cuajo y romperla en mil pedazos pero cuando descubrí lo que había debajo de ese disfraz quedé tan fascinada que olvidé por completo el principal propósito de mi aventura. Acabé enmascarándome yo también y ahora los dos esperamos a que alguien ponga fin a este carnaval.

2 comentarios:

PurplePig dijo...

Creo que me he enamorado~*

=)

genial, como siempre

horabaixa dijo...

Hola Alba,

Al leerlo me han venido ganas de ponerme una máscara yo también.

Supongo que sólo así perderia el miedo a .........

Un abrazo