lunes, 26 de septiembre de 2011

Rue Rouvet

Un chino cantonés y una francesa viven en París, en un apartamento con un amplio salón cocina, un baño y dos habitaciones. Están casados, pero ya no duermen juntos. Viven en el mismo piso, comparten el mismo salón y las mismas vistas al Parque de la Villete, pero pasan la noche en habitaciones separadas. Ninguno de ellos duerme apenas, ella miran el lado izquierdo de la cama vacio; él, el derecho y eso les quita el sueño. Tampoco comen demasiado, a veces preparan algún plato a medias; pero si no comen en compañía se preparan un café o no se preparan nada en absoluto. Los dos aprecian la soledad, aunque no la soportan cuando les ruge el estomago o les duelen los ojos de mantenerlos abiertos durante tanto tiempo. No duermen y no comen si están solos, por ende ni duermen ni comen. No obstante, pronto se dormirán de inanición.

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