Respondía al nombre de Burrasc y
habían dado en apellidarlo Bitumé. Burrasc Bitumé, apenas pude conocerlo y
quizá por eso nunca llegué a olvidarme de él. Burrasc Bitumé, conspicuo poeta
contemporáneo de casi cualquier período histórico, su obra había sido traducida
a treinta y dos lenguas distintas y publicada en más de cuarenta países. Cuando Vitum Zurrasqué, doctorando de la Universidad de Buenos Aires, decidió incluir
en su tesis sobre poesía nómada a Burrasc Bitumé se dio de bruces contra un
obstáculo insondable: no existían originales de los poemas del misterioso autor
mediterráneo. Había traducciones a todas las lenguas romances y germánicas,
también al chino y al japonés, incluso algunas versiones al esloveno y al armenio,
pero ninguna de ellas remitía a una lengua meta. Burrasc Bitumé, conspicuo poeta
y encumbrado traductor de sí mismo, pasó a la historia por no tener historia. Recuerdo con todo detalle lo mucho que no lo conozco.
1 comentario:
Me gustó mucho. Tienes un blog muy bueno.
Publicar un comentario